LA PERCEPCIÓN
Para poder sobrevivir los seres humanos debemos poder percibir los cambios que se producen tanto en el exterior como en el interior de nuestro cuerpo. Esta información nos permite evitar peligros (un coche que se acerca) o detectar oportunidades (dónde hay comida o agua, por ejemplo).
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© Robert Couse-Baker |
Cuando practicamos juegos motores, deportes o actividad física en general, también necesitamos conocer los cambios que se producen en el exterior. Del exterior, por ejemplo, podemos necesitar conocer dónde se encuentra una compañera para pasarle la pelota o ver cómo se mueve la cuerda para poder saltarla en el juego de la comba. Del interior, por ejemplo, necesitamos saber cómo estamos de cansados para regular nuestro ritmo en una carrera, por ejemplo.
Para poder notar los cambios que se producen en nuestro interior y exterior, lo que denominamos estímulos, nuestro cuerpo tiene unas estructuras llamadas receptores. En ocasiones estos receptores se agrupan en órganos específicos, que llamamamos órganos de los sentidos. Cada sentido nos proporciona información específica de uno o varios tipos de estímulos concretos del interior o exterior de nuestro cuerpo.
Cuando los sentidos detectan un estímulo se produce lo que llamamos sensación. Esta sensación viaja por los nervios del cuerpo hast el cerebro, donde se interpreta. Esta interpretación es a lo que llamamos percepción. Así, nuestra vista informa de la presencia de líneas y colores, pero es nuestro cerebro el que decide si esas líneas y colores son un rosotro humano o un sofá. Un concepto importante sobre la percepción es que es multisensorial. Es decir, nuestro cerebro integra la información que recibe de todos los sentidos para percibir.
Los siguientos dibujos muestran cómo la percepción es una construcción del cerebro a partir de las sensaciones que nos envían los sentidos. A la izquierda hay varias líneas sobre una superficie plana (la pantalla del ordenador), pero nosotros percibimos un cubo (una figura con volumen en tres dimensiones). A la derecha, las mismas sensaciones pueden hacer que percibamos un jarrón o dos caras enfrentadas.
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La percepción es una construcción del cerebro a partir de sensaciones |
El siguiente vídeo muestra de una manera divertida cómo nuestra percepción puede crear ilusiones ópticas.
CLASIFICACIÓN DE LOS SENTIDOS
Los primeros sentidos que aprendemos son los que nos proporcionan información del exterior de nuestro cuerpo: vista, oído, tacto, gusto y olfato.
Además de los dos anteriores, en esta entrada vamos a ver otros sentidos de los que quizá no hayas oído hablar: la propiocepción y el el equilibrio.
LA VISTA
La vista es nuestro sentido más importante a la hora de recibir información que proviene del exterior. La vista es posible gracias a la acción de los ojos, unos órganos que son capaces de detectar la luz y sus cualidades (color y brillo) a través de unos receptores que se encuentran en una estructura llamada retina.
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Estructura interna del ojo, con la retina destacada
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Cuando la luz incide en los objetos, parte de ella rebota en ellos y llega hasta receptores específicos de la luz en nuestros ojos, de forma que se estos generan una sensación que es interpretada en el cerebro para percibir dichos objetos. Cuando estamos a oscuras no hay ninguna luz que pueda rebotar en los objetos y por lo tanto no podemos verlos.
A la incapacidad de ver por causa de una enfermedad o trauma la llamamos ceguera. Las personas ciegas tienen que obtner la información que no perciben del exterior a través de la vista mediante otros sentidos, especialmente el oído y el tacto. Por ejemplo, las personas que padecen ceguera usan para escribir y leer un sistema que se llama Braille, en el que los signos se representan mediante puntitos con relieve (abultados) que son capaces de leer con el tacto de los dedos.
EL OÍDO
El oído es el sentido que nos proporciona la información del exterior del cuerpo relacionada en el sonido, que es percibido a través de dos órganos también denominados oídos. Dado que los humanos hemos desarrollado el lenguaje para comunicarnos y que el lenguaje está basado en el sonido, el oído es también muy importante para nosotros.
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Estructura interna del oído |
El sonido es la vibración que se transmite a través de una onda que se desplaza a través de gases, líquidos o sólidos. Nuestros órganos de los oídos son capaces de percibir estas vibraciones, que normalmente nos llegan a través del aire.
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El oído es detecta ondas acústicas |
A la incapacidad de oír por causa de una enfermedad o trauma la llamamos sordera. Las personas que padecen sordera, al no poder oír a los demás, tienen que hacer un esfuerzo mayor para aprender a hablar y pueden no llegar a hacerlo tan bien como las personas que no la padecen. Para comunicarse, las personas con sordera aprenden a leer los labios de los demás cuando hablan, y aprenden lengua de signos para comunicarse.
EL TACTO
El tacto es un sentido que nos proporciona información sobre muchos tipos de estímulos como la presión, la vibración, el cosquilleo, el picor y la temperatura.
La percepción de estos estímulos se hace gracias a receptores de presión, dolor y temperatura que tenemos en la piel, órgano principal del tacto, pero también en otros órganos como la lengua, el pelo, la garganta y las mucosas.
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Estructura interna de la piel |
EL GUSTO
El gusto es el sentido responsable de que podamos percibir los sabores. La lengua, y concretamente unas estructuras sobre ellas llamadas papilas gustativas, es el órgano en que reside el sentido del gusto.
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La percepción de los sabores puede hacerse gracias a la lengua |
Las papilas
gustativas son capaces de detectar las sustancias químicas presentes en
la comida de forma que podamos percibir los sabores. Los sabores básicos
son dulce, salado, ácido, amargo y umami.
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Todos los sabores se generan a partir de la combinación de estos 5 sabores básicos |
EL OLFATO
El sentido del olfato nos permite identificar los olores. Los receptores olfatorios, en el epitelio olfatorio, que se encuentra en la cavidad superior de la nariz, son capaces de detectar cientos de moléculas químicas diferentes para producir las sensaciones que nos permiten percibir los olores.
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Estructura interna de la cavidad nasal |
El sabor de un alimento, aunque hemos dicho que depende del sentido del gusto, también depende, en su mayoría, de hecho, del sentido del olfato. La nariz y la boca están conectadas en el interior de nuestro cuerpo y las sustancias químicas volátiles que se desprenden de los alimentos llegan hasta el epitelio olfatorio.
El sabor de un alimento, por lo tanto, es un ejemplo de percepción multisensorial. ¿Nunca habías notado que los alimentos pierden gran parte de su sabor cuanto estás acatarrados? La explicación es que, al estar acatarrados, nuestra nariz está congestionada y por lo tanto el sentido del olfato se ve afectado.
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El aroma es un ejemplo de percepción multisensorial |
LA PROPIOCEPCIÓN
La propiocepción es el sentido que nos permite percibir el propio movimiento y la posición corporal (la posición relativa de unas partes respecto a otras). A diferencia de los 5 sentidos clásicos anteriormente estudiados, la propriocepción nos proporciona información sobre el interior de nuestro propio cuerpo.
La propiocepción puede establecerse gracias a la información que envían receptores que se encuentran en articulaciones, músculos y tendones.
La propiocepción nos permite conocer dónde se encuentra cada una de las partes de nuestro cuerpo, aunque no podamos verlas. La mujer de la fotografía tiene una idea mental de cómo están situadas unas partes de su cuerpo respecto a otras en la postura que mantiene, aunque no pueda verlas. Cuando andamos en bicicleta sabemos hacia dónde estamos girando el manillar, aunque estemos mirando hacia adelante y a no a nuestras manos. Esos es así porque la propiocepción también nos informa de cómo se mueven las partes de nuestro cuerpo.
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La propiocepción nos informa de la posición de las partes de nuesto cuerpo y de su movimiento |
EL EQUILIBRIO
Cuando hablamos de equilibrio solemos referirnos a la habilidad de mantener posturas y movernos sin caernos, o a ejercicios que requieren de un grado elevado de esta habilidad. Sin embargo, el equilibrio también es un sentido, que nos permite manifestar la habilidad del mismo nombre.
El sentido del equilibrio reside en el oído interno, concretamente en una estructura llamada vestíbulo. El vestíbulo tiene receptores que nos informan de la posición de la cabeza y su movimiento, así como del movimiento del cuerpo. Las sensaciones que registran estos receptores permiten al cerebro determinar si el cuerpo está equilibrado, orientarse en el espacio y determinar aspectos como la dirección y la aceleración.
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En la imagen aparece resaltado el vestíbulo, dentro del oído interno |
Para conseguir el equilibrio el cerebro no solo utiliza la información que le llega desde el oído interno, sino que integra esta información con la de otros sentidos, especialmente la propiocepción y la vista. Recuerda que la percepción es multisensorial. ¿Nunca has notado lo difícil que es mantener una postura de equilibrio complicada con los ojos cerrados? El motivo es que al cerrar los ojos el cerebro no puede integrar la información de la vista para controlar el equlibrio como normalmente hace.
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Para equilibrarnos usamos integramos información del sentido del equilibrio, de la propiocepción y de la vista |
OTRAS SENSACIONES DEL INTERIOR DEL CUERPO
La propiocepción no es el único sentido que nos da información sobre el interior de nuestro cuerpo.
Cuando percibimos que tenemos sed, hambre, dolor de estómago o necesidad de ir al baño, por ejemplo, también estamos analizando sensaciones que se han producido en el interior del cuerpo. A la percepción basada en las sensaciones que provienen de receptores repartidos por los órganos y tejidos internos de nuestro cuerpo, la llamamos interocepción. La interocepción nos informa del estado general interno de nuestro cuerpo.
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La interocepción nos informa del estado general del interior de nuestro cuerpo gracias a una gran cantidad de receptores |